Historia de la Lectura

La lectura tiene una larga trayectoria que comienza desde las primeras civilizaciones. En la antigüedad, se practicaba como un acto oral, colectivo y reservado a las élites religiosas o administrativas. Las primeras formas de lectura surgieron con los sistemas de escritura en Mesopotamia y Egipto, como el cuneiforme y los jeroglíficos. En Grecia y Roma, aunque la alfabetización fue más extendida, la lectura continuaba siendo principalmente en voz alta y era vista como un proceso compartido.



En los siglos XIX y XX, la lectura adquirió un carácter masivo. Gracias a las políticas de alfabetización, el surgimiento de escuelas, bibliotecas públicas y medios impresos, se consolidó como una habilidad básica. La lectura se integró a los sistemas educativos como una competencia fundamental. Finalmente, en el siglo XXI, el contexto digital transformó los hábitos lectores. Hoy en día, la lectura se realiza en diferentes soportes digitales, promoviendo un enfoque más interactivo, visual y fragmentado, adaptado a los cambios tecnológicos y culturales.




Durante la Edad Media, la lectura quedó limitada a los monasterios, donde los monjes copiaban e interpretaban textos religiosos. Fue en este período donde surgió el códice, antecesor del libro moderno, lo que facilitó el acceso a la información escrita. Ya en el Renacimiento, con la invención de la imprenta por Gutenberg, la lectura se expandió considerablemente, permitiendo que más personas tuvieran acceso a textos impresos y promoviendo una lectura más silenciosa e individual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Introducción

La presente investigación aborda el valor de la lectura como una herramienta esencial en el desarrollo personal, académico y social. A lo la...